Nunca interrumpas a un programador

Las interrupciones son uno de los peores destructores de productividad

Nunca. Un programador necesita estar muy concentrado para poder realizar su trabajo. Se estima que para poder recobrar el grado de concentración que tenía antes de la interrupción el programador necesitará de entre 10 y 15 minutos.

El cómic de Jason Heeris describe todo esto de forma brillante.

Teniendo en cuenta eso, si hoy te has acercado donde un compañero programador 4 veces a preguntarle cosas le has hecho perder 1 hora.

En mis equipos siempre he promovido el uso del chat. Si quieres consultar algo a un compañero abórdale por chat, aunque lo tengas sentado al lado. El compañero verá la llegada del chat y entonces será él el que decida cuándo es un buen momento para parar y atenderte.

Además esto ayuda a reducir la contaminación sonora en oficinas abiertas.

En algunos equipos hemos llegado a tener estandarizado este tipo de comunicación con el emoticon «poke» presente en Skype y Slack (al menos).

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